viernes, 1 de febrero de 2013

La estructura de la discordia


Por Alfredo García Pimentel

Hace unos días, el colega Carlos Durán ofrecía sus valoraciones sobre la estructura y el calendario vigentes para nuestra Serie Nacional de Béisbol. Ambos aspectos organizativos del Clásico cubano de pelota ofrecen muchísimas aristas que pulir… y por ello, ante una invitación a polemizar, no puedo más que ofrecerle, según las propias palabras de Carlos, “mi Frankestein”.

Al menos, puedo adelantarle que no tendrá 45 juegos, ni tanto descanso para los peloteros, ni dependerá en demasía de la celebración del Clásico Mundial.
Primero, hablemos de lo bueno que trajo el cambio. La mayor ganancia, a mi entender, fue el regreso a 16 equipos y la desaparición de las zonas de clasificación.

En la 51 SNB, la existencia de Metropolitanos fue un mero capricho de la Comisión Nacional y conllevó a gastos adicionales. También obligó a un fatídico descanso cíclico para cada conjunto, que tuvo tantas penas como glorias, y que, por suerte, se eliminó.

En cuanto a la geografía clasificatoria, eliminar el escalafón por zonas resultó una decisión brillante. Si en nuestra pelota se juega la misma cantidad de partidos contra todos los rivales, independientemente de su ubicación, entonces más lógica resulta la actual forma de clasificación, precisamente por lo injusto de la anterior. Incluso, ya pueden verse los resultados, con 6 equipos del Occidente metidos en la segunda fase del presente torneo.

Otro aspecto positivo de una Serie dividida en dos segmentos es el evidente renacer de la combatividad sobre el terreno. Se luchó cada victoria, se sufrió cada derrota y, aunque se bateó menos, hubo, creo yo, más espectáculo.

Sin embargo, no soy de los que tapa el Sol con un dedo y esta estructura tiene muchas lagunas. No me gusta, por ejemplo, solo 3 partidos contra cada rival. La Serie se hace corta, no hay posibilidad de recuperación y se depende mucho de un calendario que, a lo mejor, le deparó jugar de visitador con los 4 mejores conjuntos del campeonato.

Por solo ofrecerle unos números, Villa Clara clasificó a la segunda fase gracias a su desempeño como home club. Jugando en el Sandino, los Naranjas solo cayeron en 4 de sus 21 partidos. Fuera de casa fue harina de otro costal, pues la tropa de Ramón Moré apenas triunfó en 7 de las 23 ocasiones en que jugó, con un choque sellado.

Pero, en la carretera, Villa Clara enfrentó a Isla de la Juventud, Cienfuegos, Industriales, Ciego de Ávila, Matanzas, Pinar del Río, Holguín y Artemisa. Si se dieron cuenta, excepto los dos últimos, todos clasificaron.

En fin, que hay que crear una estructura que aúne los criterios de los más entendidos y que quite valor a la suerte de cruzar con rivales duros en subseries consecutivas o de pasarse hasta 4 compromisos seguidos en la carretera.

Teniendo todo eso en mente, comulgo con algunos de los criterios de colega Carlos Durán, aunque con ciertas variaciones.

Voto por una Serie Nacional de 60 partidos, 4 contra cada rival, con subserie de 2 partidos en sedes alternas. Para organizar el schedule, me gusta la idea de regresar a las parejas de calendario y efectuar 4 choques seguidos, con rivales cercanos geográficamente. Estas medidas abaratarían con creces los costos de transportación y alojamiento de una Serie Nacional.

Concluida la clasificatoria, se efectuaría el Juego de Estrellas. Luego, los 8 mejores jugarían como ahora: 6 partidos contra cada rival, con subseries de 3, hasta totalizar 42 cotejos (21 en casa, otros 21 en la carretera).

Esta fase incluiría la petición de refuerzos instaurada en la 52 SNB, una variante que da juego a las principales figuras de los conjuntos no clasificados y rellena las fisuras de los mejores combinados de la Serie, sumando ponches, jonrones, bases robadas y fildeos al espectáculo.

Luego, dos etapas de Play Off: semifinal y final, ambas al mejor de 7 choques… y así, habrá un campeón.

Otros temas, como el de un Campeonato Selectivo tras el calendario de la Nacional o el de la participación cubana en la Serie del Caribe, ameritan un nuevo comentario, pues constituyen tópicos delicados y necesarios. Solo le digo, a usted y a mi amigo Carlos, que hay que jugar más pelota en Cuba, si el deseo es el de regresar a los resultados de antaño… y que no todas las temporadas contarán con un Clásico Mundial.

Lo mejor de todo esto radica en que cada cual tiene sus opiniones al respecto… y ya le veo en la cara las ansias de rebatir mis criterios. Hágalo y así entraremos en sana polémica, que mucho bien hace a nuestra pelota y que demuestra que la presente, sin dudas, es la estructura de la discordia.

1 comentario:

  1. Alfre: Yo fui de los que voté a favor de la actual serie, de su estructura. Para mi no era la ideal pero al menos al casi entrar en esta segunda etapa veo que para mi gusto se cumplieron las expectativas de cada subserie fuera un play off, de que los equipos no guardaran para mañana.
    Casi me mandan a callar cuando toqué el tema de Metros, por fortuna alguna vez se oyeron 9 millones de voces y no 1,5 fanáticos capitalinos.

    ResponderEliminar