Fútbol en Cuba: Las manchas antes del juego

 Por: Carlos Durán de la Cruz

 Apenas minutos nos separan del inicio del 98 Campeonato Nacional de Fútbol en Cuba. A punto están de sonar los ocho silbatazos iniciales para abrir un verdadero “spring balompédico” desde hoy, sábado 2 de febrero.

 Más que anunciar el evento, me dispongo a plasmar mis criterios acerca de las novedades aprobadas para esta edición. No por que lo asuma como moda, sino por actualidad y en aras de llamar la atención sobre detalles por pulir.

 El cambio fundamental es que tendrá una estructura diferente que da y quita oportunidades. La llamada fase “Apertura” contará con 16 equipos, enrolados en cuatro grupos geográficos en los cuales combatirán en partidos de ida y vuelta sin importar lo que suceda dentro de las demás fronteras.

 Sacando una complicada cuenta calculo que: 4 equipos, tres rivales, partidos de ida y vuelta que suman 2, y finalmente 3*2=6… “!Seis partidos en una fase inicial!”. Respiro fuerte y prefiero terminar de servirles la mesa antes de empezar a tirarle pimienta a la candela.

 Una segunda etapa, “Clausura”, incluirá los ocho mejores elencos, pues avanzan dos por cada grupo. Al final de esta carrera llegará la discusión del título.

 Antes de llegar a los otros platos de la cena, desbordo mis criterios sobre el calendario. (Primero los antecedentes)… Muchos colegas apoyan este formato pues, de modo global, otorga la oportunidad de celebrar “más partidos”. Pero la fórmula de grupos ya se usó y no gustó.

 Muchos criticaban la pasada estructura de dos niveles con máximo de 18 partidos (16 por lo regular). La excusa, pocos enfrentamientos. A mí, me encantaba, pues otorgaba presión a los de la B parta subir y daba la cantidad suficiente de choques para el nivel en este tipo de competencia… Solo que no hay razón para haber dejado allí el techo…

 Ahora, la inmensa mayoría de los especialistas, de la prensa o el deporte apoyan la novedad. Pero… ¿Para quienes hay más partidos?

 A la segunda fase irán los conjuntos más fuertes, incluyendo a los mejores futbolistas del resto del país y tendrán, “ellos”, más minutos de juego que los acumulados años atrás. Muy bonito eso, muy digno de reconocer en pos de la evolución de nuestro fútbol, junto a ello la decisión de incluir sub-23 para foguear los prospectos en el ciclo olímpico y mundialista. Hasta ahí, sigo bien el paso de la conga.

 Pero, cuando analizamos la organización del Clausura, con sus rimbombantes refuerzos, nos daremos cuenta de que estamos alejando la cantera. ¿Cómo? Pregúntese sobre aquellos jugadores de los equipos de abajo que no son del tope del nivel nacional ¿Cuántos partidos nacionales celebrarán, seis? Y luego a la casa, al barrio… No crecerán, lo afirmo y lo firmo.

 Si la fórmula, presionada por la real falta de recursos, es mejor para los clasificados, los mejores futbolistas y algunos de los más jóvenes no está dando oportunidad de crecer a los demás. Ahí está la importancia de una segunda categoría.

 De todos modos, el fútbol solo da perdidas económicas, pues ni hay gradas para cobrara entradas en casi la totalidad de las canchas del país (uno de los retos para crecer), ni… otras puertas que se deben abrir.

 “Tener un campeonato modesto no implica necesariamente organizar una competencia pedestre” comentaba un colega de la prensa nacional. Y ese es el desafío que tienen por delante sus responsables, pensar en todos.

  Si se necesitan más partidos, pues, que razón existe para no crear un torneo con equipos regionales, donde el talento esté más concentrado. No los refuerzos, no me gusta ese papel de moda en el deporte cubano.

 Repito, dos ligas A y B, con ocho equipos (16 partidos), dos veces por semana, con seriedad, con la presión que implica ascender o ser campeón es una fórmula empleada en las mejores ligas del mundo. No son suficientes los partidos, pero para ese nivel sí, no somos una potencia.

No disculpen mi reclamo por “los de abajo”…

Grupos del Campeonato Apertura

A: Pinar del Río, La Habana, Artemisa e Isla de la Juventud (La llave menos fuerte)

B: Villa Clara, Matanzas, Cienfuegos y Mayabeque (Incluye los de mayor tradición y unos que no empujan mal)

C: Camagüey, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Las Tunas (Equipos de historia, inestables, pero que componen un grupo parejo)

D: Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo. (También mostrará una batalla pareja)