Por: Daniel
García
Mayabeque, uno de los equipos "devaluados" |
Al conocer la nueva estructura de la 52 Serie
Nacional de béisbol pocos aficionados nos percatamos acerca de su similitud a
una trampa. Algo que se podía leer entrelíneas aunque las autoridades del deporte
lo afirmaron en su momento fue, sin dudas, la no celebración de una liga de
desarrollo, teniendo en cuenta las últimas y polémicas decisiones tomadas por
la errática Comisión Nacional del deporte.
Luego de 45 desafíos parecía inminente que se jugaran
dos torneos paralelos: la segunda etapa de la campaña con los ocho primeros
equipos y una liga de desarrollo en la cual participarían los ocho elencos no
clasificados a la segunda instancia y una representación de cada una de las
provincias clasificadas con peloteros juveniles y jóvenes figuras. Este sería
el marco propicio para continuar perfeccionando estrategias de juego y el tan
importante pensamiento técnico-táctico del cual adolece bastante nuestra
pelota.
Entonces, lo que parecía tan inminente se convirtió
en una trampa, pues poco antes de la conclusión de esta primera parte de la
serie ya se corría la voz sobre la celebración de una llamada rueda de consuelo para los conjuntos no
clasificados. Para sorpresa de muchos, las provincias orientales, al igual que
las inexpertas selecciones de Artemisa y Mayabeque, se quedaron fuera de la
segunda ronda.
Finalmente conocimos que el próximo día 15 de
febrero iniciará la llamada Segunda División de la pelota cubana. Pareciera que
escribo sobre fútbol pero no es así, me refiero a la pasión de todos los
cubanos, al béisbol. Y es cierto que para todos los seguidores de la pelota
criolla es difícil aceptar el término división
para denotar, en este caso, una liga inferior al máximo nivel. Desde ya lo
anuncio, allí reinará el silencio si de motivación se trata
Y así, entre rumores, decisiones dilatadas y
sinsabores, caímos todos en la trampa
del nuevo formato propuesto por los dirigentes de este deporte en el país.
Solo 21 partidos sin motivación ni competitividad
alguna son el regalo a las aficiones de los ocho territorio no bendecidos con
la clasificación. Luego de concluir la etapa clasificatoria de esta instancia
los cuatro primeros conjuntos se enfrentarán en un play-off de cinco partidos a
ganar tres del 11 al 15 de abril.
Su atractivo y motivación dependen, en gran medida,
del compromiso de cada atleta con su provincia y del seguimiento mediático que
se le debe realizar a dicha atípica instancia de competencia.
Esperemos que se piense y analice de forma más
profunda para la próxima contienda, en caso de que la actual estructura
permanezca, esta segunda fase tanto para
los que pasan de etapa como para los que se quedan con deseos de jugar pelota
al máximo nivel.
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