Por
Alfredo García Pimentel
Este
viernes, 6 de septiembre, se celebra el Día del Volleyball cubano. La
efeméride, que conmemora el primer oro mundial de las Morenas del Caribe,
alcanzado en Leningrado, hace 35 años.
A partir
de ese día, el deporte de la malla alta comenzó a escribir, desde Cuba, una historia
de triunfos y de gloria.
Sin
embargo, los más recientes resultados del voley cubano han mostrado una
desviación de ese camino de éxitos que se labró durante más de tres décadas.
Hoy, el presente y el futuro de nuestro “deporte de los súper reflejos” no
parece tan promisorio como antes.