Por
Alfredo García Pimentel
Con Rogge, el COI ha ido fuerte contra el doping |
Importantes
decisiones con respecto al programa olímpico estival, la sede de los Juegos del
2020, el funcionamiento de la entidad y su nuevo presidente, tomará el Comité
Olímpico Internacional (COI) desde este viernes en Buenos Aires, urbe argentina
que acoge la sesión 125 del máximo ente deportivo mundial.
Este
jueves, el belga Jacques Rogge ofrecerá su última conferencia de prensa como
cabeza visible del olimpismo. Doce años después de que sucediera al inolvidable
Juan Antonio Samaranch, Rogge se va con la marca de una cruenta lucha contra el
dopaje y con la mancha de otro tenaz combate contra deportes insignes del
programa olímpico.
Pero eso
ya es pasado. Hablemos, entonces, del presente y el futuro del bello sueño,
prostituido tal vez, que iniciara el Barón Pierre de Coubertin, en 1894.
La
decisiva reunión del COI comenzará mañana y se extenderá hasta el martes, en el
emblemático Teatro Colón de Buenos Aires. Según el programa previsto, la
primera gran decisión se tomará el sábado, con la elección de la ciudad que
organizará las Olimpiadas del 2020.
En la
carrera por la sede, la española Madrid parece la favorita, como confirman
reportes de prensa que dan a la capital ibérica al menos 40 votos para la ronda
inicial de competencia. Ya en el segundo round, calculan los españoles que con
9 incorporaciones positivas, se llevarían el premio.
No negaré
que me gustaría que fuera Madrid la elegida, tal vez influido por el idioma y
por aquellas excelentes actuaciones del deporte cubano en tierras de su antigua
metrópoli, durante los Juegos de Barcelona 1992.
Sus
competidores más cercanos son los japoneses, que han apostado con los Juegos
Olímpicos más modernos de la
Historia, en Tokio, una ciudad que repetiría. También aspira
Estambul, la capital turca, que parece ser la menos favorecida por los miembros
del ejecutivo olímpico.
La otra
elección complicada se realizará el domingo, cuando el COI se pronuncie sobre
el programa de deportes de la cita del 2020. Hasta ahora, la inclusión del golf
y el rugby de sala ha dejado solamente en uno el número de cupos.
La
votación será difícil y decisiva para muchos, porque se enfrentan 3
disciplinas, cada una con sus ventajas y con sus dolientes: la infaltable
lucha, el adorado dúo béisbol-softbol y el ágil, pero advenedizo squash.
Los votos
aquí deben ser para la lucha, un deporte que ha dado medallas a Cuba, al menos,
en los últimos 7 compromisos olímpicos. De todas maneras, ponerse a votar si la
lucha es o no un deporte del COI, nos parece un atentado al corazón del
olimpismo… y hasta una conspiración para que la pelota no regrese. De eso ya
hemos hablado.
Por mucho
que nos duela, el béisbol tendrá que modernizarse… y esperar hasta el 2024 para
reincorporarse. El squash, con todo y su espectacularidad, debe ir al patíbulo.
Sin embargo, con las locuras más recientes del COI, apostar por ello resulta
riesgoso. Todo puede pasar en Buenos Aires.
Por
último, el martes, se elegirá al sustituto de Rogge. Entre los candidatos a
reemplazarlo están Sergei Bubka, la leyenda ucraniana del salto con pértiga, y
la marroquí Nawal El Moutawakel, que de ser escogida sería el primer titular
africano, y, de paso, la primera mujer al frente del COI, que han dirigido ocho
hombres desde su creación.
Otros aspirantes son el alemán Thomas Bach, el banquero puertorriqueño Richard Carrión; el diplomático singapurense Ng Ser Miang, y el arquitecto taiwanés Ching-Kuo Wu, como también el profesor suizo Denis Oswald.
Para la
prensa mundial, el favorito para suceder a Rogge en el trono olímpico es el
teutón Bach, aunque “duro” se ve también Bubka.
De tal
forma, con estas difíciles e inaplazables decisiones, tendrá que lidiar el COI
en su sesión 125. Buenos Aires podría ser la génesis de un anhelado cambio en
la organización, donde la postura europea ha llevado siempre la voz cantante.
Para mí,
el COI sacude la mata, pero habrá pocos frutos.
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