Por Alfredo
García Pimentel
Tres
victorias consecutivas, una de ellas conseguida en el debut ante el difícil
elenco de Korea, dieron a Cuba el boleto a la próxima fase del Campeonato
Mundial de Béisbol para menores de 18 años. El resultado, maquillado con una
cerrada derrota ante los campeones defensores de Estados Unidos, hace ver con
optimismo la inclusión de los cubanitos en la final de la lid, pactada para el
domingo.
Sin
embargo, faltando por compilar el partido ante Australia, que se juega mientras
escribo, saltan a la vista algunos detalles, demasiado alarmantes para dejarlos
pasar sin hacerle swing.
Antes de
jugar contra los australianos, los muchachos del Cuba mostraban balance de 3
victorias y el citado revés ante Estados Unidos. Las sonrisas, contra Korea,
Italia y Colombia, estas últimas conseguidas antes del límite.
Los
enfrentamientos ante bambinos y koreanos fueron cosa de “coser y cantar” para
los nuestros, quienes aprovecharon estos partidos para elevar sus números
ofensivos.
Tal es
así, que en esos dos desafíos anotaron 25 carreras y compilaron 24 hits. Con
ello, olvidaron la anémica producción de 3 indiscutibles conseguida frente al
pitcheo asiático y engrasaron la maquinaria para conectarle 11 inatrapables a
los monticulistas norteamericanos.
En total,
los cubanitos han anotados 38 veces, han bateado igual número de hits, 14 de
ellos extrabases (sin jonrones) y cometido 4 errores. Su promedio ofensivo
colectivo es un alto 311 y su cosecha de bases robadas promedia para 666, con 9
estafas en 12 intentos. Repito, estos guarismos no compilan la actuación de hoy
ante Australia.
Pero
dentro de lo bueno, hay señales de alarma. Casi todos esos números se refieren
a los partidos contra los débiles del grupo clasificatorio B de la competencia,
pues ante los “duros”, la realidad ha sido otra.
Vea usted
las estadísticas. Los cubanos se han ponchado 31 veces, han tolerado 20
indiscutibles y ya fueron dejados al campo.
Asimismo,
han embasado a 72 hombres y casi la mitad se ha quedado esperando por los
impulsadores. Reitero que estos numeritos negativos se han engrosado jugando
contra equipos de la élite.
El pitcheo
ha sido un arma fundamental para el avance a semifinales. Solo 20 hits y 7
carreras permitidas a los rivales, apenas un pelotazo y 2 lechadas propinadas
hablan a las claras del buen desempeño de los lanzadores cubanos. 27 ponches y
10 boletos adornan las estadísticas de nuestros monticulistas.
Lo malo
de todo esto es que en las semifinales, que comienzan mañana, ningún rival será
cosa fácil. Según mis cálculos, Japón, Taipei de China y Venezuela, por el A,
así como Estados Unidos y Korea, por el B, serán los rivales de Cuba en esa
instancia. Como ven, aquí no habrá equipos “hembras”.
Las semis
del Mundial sub-18 se jugarán en un sistema de todos contra todos a una vuelta,
desde el jueves hasta el sábado. Sui géneris propuesta que, si algo positivo
trae, es que a la final llegarán solo los mejores conjuntos, no los que tengan
buena suerte, como ha ocurrido en otros torneos.
Otra cosa
buena: si llegaran a la final, los peloteritos cubanos tendrán plena confianza
en haber derrotado a lo que más vale y brilla de la pelota juvenil en el
planeta.
De modo
que, este sábado, sabremos si Cuba sorteó con éxito las semifinales del
Campeonato Mundial Sub-18 de Béisbol, que acoge la lejana Taichung, en Taipei de
China. Veremos, entonces, si los equipos “duros” pueden o no con el futuro del
deporte que se sufre y se goza en la isla más beisbolera del mundo.
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