Por Alfredo García Pimentel
Nadie
puede negar que la presente estructura de la Serie Nacional de Béisbol ha
traído, al menos, gran expectación a los finales de su primera etapa. Si el
Clásico cubano de pelota fuese una carrera, entonces no caben dudas de que hay
equipos que deberán correr hasta el último aliento.
En
esa lista andan Villa Clara, los vigentes campeones de Ciego de Ávila, Las
Tunas y Pinar del Río. A tres juegos del receso con miras al Clásico Mundial,
esos 4 conjuntos pugnan por un trío de boletos a la próxima fase.
Villa
Clara, medio juego por delante del resto, parece será uno de los agraciados.
Sin embargo, tendrán que sacar al menos 2 triunfos en su compromiso ante
Santiago de Cuba para concretar el pase. Mermados en ofensiva y defensa, los
Naranjas deberán sacar el extra ante sus sempiternos rivales del Oriente,
venidos a menos este año por sentidas ausencias de hombres claves de su
alineación.
Entre
la terna de aspirantes a las plazas 7 y 8 de la clasificatoria, los números
señalan a Ciego de Ávila y Pinar del Río como los de más posibilidades. Los
Tigres avileños visitarán a Granma y los pativerdes harán lo propio ante
Mayabeque, ambos con real chance de barrer a sus contrarios en los 3 choques
que restan.
A
los leñadores tuneros, ciertamente les ha pasado factura su merma de resultados
a mitad de calendario y, pese a un repunte evidente de su desempeño, parecen
condenados. Con la soga al cuello, necesitados de victorias, les tocó bailar
con la Isla de la Juventud en este final,
un contrario cuya clasificación es un hecho y que les supera en varios aspectos
de juego.
No
obstante, pudiera pasar de todo en este sprint final de temporada. Nadie
descarta una sorpresa, un atravesado, sobre todo cuando la presión por jugar la
próxima fase comienza a ser un factor de la ecuación.
Solo
un dato más: si se concreta la clasificación de los Naranjas, los Tigres y los
del Tsunami Verde, serán 6 los representantes del Occidente en la segunda etapa
de la Serie,
por solo 2 equipos del Este. Si pasa Las Tunas en detrimento de Pinar, no sería
más que el maquillaje a una realidad aplastante: el Oeste juega mejor.
Sancti
Spiritus, Cienfuegos e Industriales ya llegaron a la meta; Matanzas y La Isla deben hacerlo en las
próximas horas. Al resto (Villa Clara, Ciego de Ávila, Las Tunas y Pinar del
Río) no le queda otra alternativa: tendrán que correr y ganar hasta el último
aliento.
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