martes, 5 de febrero de 2013

52 SNB: Me refuerzo, luego existo



Por: Alfredo García Pimentel 
 
En pocos días se hará realidad una de las mayores novedades de la recién estrenada estructura de las Series Nacionales de Béisbol en Cuba. El próximo domingo, según anuncio oficial del máximo órgano rector de la pelota en este archipiélago, los 8 equipos clasificados para la segunda fase del clásico nacional pedirán sus refuerzos.

Los nuevos efectivos, como es sabido, emanarán de los conjuntos que no lograron el cupo a la fiesta post Clásico y que ya, a los efectos reales, dejaron de vivir el sueño de ser campeones. Por tanto, en aras de seguir adelante y darle juego a los mejores peloteros del país, los managers agraciados con la clasificación echan mano a una de las frases más usadas de la Historia: me refuerzo, luego existo.


Según declaraciones de Higinio Vélez, comisionado de la disciplina, el draft cubano ocurrirá el 10 de febrero, desde las 2 de la tarde y podrá seguirse a través de la Televisión. Las peticiones, al más puro estilo de esos pitenes infantiles en que lanzábamos el bate para ganar el derecho de tener a los mejores de nuestro lado, reforzarán a cada conjunto con 5 jugadores.

Como también se ha dicho, pedirá primero Pinar del Río, octavo posicionado entre los que accedieron a la última escala rumbo a la disputa por el gallardete.

Dicho esto, y con la aclaración a priori de que me gusta la idea de concentrar la calidad en el final de la Serie, debo decir que esta gaveta tiene cucarachas.

Por ejemplo, no me parece justo que al llegar los refuerzos, 5 peloteros de los equipos clasificados deban hacer sus maletas e irse a la reserva. Corríjanme si me equivoco, pero esos jugadores serán, casi todos, jóvenes figuras que quedarán sin juego al máximo nivel; también podría pasar que, aunque en menor medida, también hayan aportado lo suyo a la clasificación de su equipo.

Reforzado ya el conjunto, queda por ver si los arribantes serán regulares en la alineación. Lo lógico es que lo sean, pero ¿y si no? En ambos casos, el papel del psicólogo tendrá ribetes decisivos. En cualquier caso, el mero hecho de vestir un uniforme diferente, con días de diferencia, afecta el ánimo del más pinto de la paloma.

¿Y qué pasa si los refuerzos no rinden lo esperado… o si se lesionan… o si cometen indisciplinas? ¿Habrá oportunidad de sustituirlos? ¿Será con otros refuerzos o con jugadores de la reserva? ¿Podrán bajarse los refuerzos al segundo equipo?

Como ven, son demasiadas dudas con muy pocas certezas. De ahí que la duda cartesiana siga rondando a esta novedad de nuestras Series Nacionales, que esperamos, sirva en definitiva, para mejorarlas, en pos de un mejor espectáculo.

Por lo pronto, los que todavía luchan por ser campeones (Sancti Spiritus, Cienfuegos, Industriales, Matanzas, La Isla, Villa Clara, Ciego de Ávila y Pinar del Río) pedirán sus refuerzos este domingo. Alfredo Despaigne, Alexei Bell, Ernesto Molinet, Dainer Moreira, Yordan Manduley, Yoenis Sutheran y otros vestirán nuevos uniformes… esperemos que sea para bien.

Esperemos que, al final, la frase cambie, al menos para uno de los clasificados, ya convertido en campeón: me reforcé… y gané.

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