Apodos para el show (III)

Por Alfredo García Pimentel

Enrique Rodríguez, "Bombillo"

El ingenio de los sagüeros resulta legendario. No hay esfera de la vida en que no existan muestras de cuán ocurrentes y extrovertidos son, por lo general, los nacidos en la Villa del Undoso.

Pero, por supuesto, nos centraremos en aquellas referidas al deporte, porque en una vida llena de seudónimos, apodos, sobrenombres y motes, no podían faltar los que designan a los atletas sagüeros.

Tal vez los más famosos deportistas de Sagua la Grande sean, precisamente, los que más seudónimos tengan. Quizás no esté de acuerdo conmigo, pero Conrado Marrero (El Premier, Guajiro de Laberinto) y Víctor Mesa (La Explosión Naranja, El Loco, El Show) se llevan las palmas en este aspecto.

Otros, igualmente figuras destacadas del mundo del músculo en Sagua, tuvieron interesantes apodos durante su carrera y también en su vida fuera de los terrenos de competencia.

Ejemplos tengo muchísimos, y entre los más conocidos, sería imperdonable no mencionar a Enrique Rodríguez, lo mismo “Bombillo” que “Tachuela”, José Gómez Pinto “El Látigo”, Antonio “Ñico” Roca, Pedro “El Cañón” Hernández, “La Pantera de Villa Alegre” Oscar Machado, todos del béisbol; el pesista Giraldo Suárez “Muti” o Pedro Fundora Font, un hombre del fútbol al que todos conocen como Camiché.

Asimismo, son famosos Manuel “El Loco” Mestre, de baloncesto, Jorge Montenegro “El Buti”, de atletismo, el jockista Juan Manuel “Pinito” Ríos o Francisco “El Nene” Cabrera, de Lucha.

Otros agasajados con apodos muy ocurrentes y a veces, hasta inexplicables, son Aurelio “El Musicólogo” Morales, de ciclismo, Oscar “Voz Finita” Vera, del jockey, el esgrimista Ricardo Mederos “Sumité” y Sergio “La Chincha” Mestre, del boxeo.

En el ciclismo tenemos además a Juan “El Ronco” Rodríguez, León Antonio “El Sucio” Herr, Alfredo Duque “Bulla”, Roberto “El Capri” Granado y Esteban “Abrecampo” García… y, en el fútbol, le confieso que no sabía que a Helio Piñero Marqués le llamaban “La Figura”.

Y así, vuelvo a demostrarle que los cubanos… y mucho más los sagüeros, tenemos algo de inventores. Familiares, amigos, entrenadores, los propios atletas, seguidores y periodistas deportivos seguiremos contribuyendo al espectáculo, también con un aporte singular: el de los apodos.