Por: Carlos Durán
de la Cruz
Puerto Rico está en la final… Esa frase resume la amplia
variedad de titulares deportivos que, a nivel internacional, se interesan por
el Clásico Mundial de Béisbol.
Los boricuas despidieron ayer,
con Mario Santiago como abanderado en la lomita, a la selección de Japón actual
titular, tras derrotarlos 3-1 logrando el pasaje para discutir el campeonato. ¿Será
su rival República Dominicana?
Los bicampeones asiáticos se
marcharon cuando eran inmensos favoritos para acceder al partido final, tras su
repunte ofensivo en los juegos finales de la segunda ronda. Ahora queda
demostrada, para los samuráis, la necesidad de contar con sus estrellas de MLB,
para seguir especulando de ser los mejores
del mundo.
A muy pocos, para no
absolutizar, les daba el cálculo para tal actuación semanas atrás, incluso era
minoría el criterio de dar por clasificados a los puertorriqueños en la primera
fase, en la cual sortearon el escollo del fortísimo team de Venezuela.
La garra latina ha sido su arma
secreta y desde el principio del Tercer Clásico la han enseñado a pasos
pequeños pero contundentes. Sin una ofensiva de lujo, (con regulares que no
llegan a los 200 de promedio) y con un elenco de menos relevancia que sus
predecesores en estas citas, los boricuas han guerreado sin complejos.
Cual David contra Goliat, los
dirigidos por Edwin Rodríguez sacaron de circulación al
rimbombante equipo de los USA en el
partido revancha de la segunda ronda. Tal resultado auguraba, más que suerte,
la entrega de los boricuas, a quienes les ha brillado su pitcheo sin estar
curtido con nombres relevantes.
Las palmas para Pagán y Alexis
Ríos, verdaderas bujías de esta maquinaria que viste de fiesta beisbolera al
Caribe.
Hoy los seguidores de la pelota en el mundo seguirán el Holanda
vs Dominicana, la sorprendente “bestia negra” frente a “la aplanadora
quisqueyana”. Mi pronóstico: ¡Final del Caribe! Acabó el dominio asiático y ha
comenzado la era del “Fuego Latino”.
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