Por Alfredo García Pimentel
Alguna
vez, alguien me dijo que la vida no entiende de empates: o bien se gana… o bien
se pierde. En otra ocasión, aprendí que a todos los lugares se va con 2
jabitas: la de perder y la de ganar.
Ambos
refranes, veraces y didácticos, pueden aplicarse a muchos aspectos de la vida…
y, claro, también al deporte. Pero lo importante, creo yo, no está en el mero
hecho de vencer o salir derrotado, sino en los sentimientos que llenan a los
protagonistas, esos que, atletas o aficionados, gozan o sufren con el resultado
final.
En
la pelota dicen que nunca un equipo es tan bueno como cuando gana, ni tan malo
como cuando pierde. A esa afirmación le hemos dado vida nosotros, los
aficionados, por los halagos o las críticas que dedicamos a nuestro conjunto
preferido en consecuencia con su desempeño.
No
sé usted, pero cuando pierde mi equipo, siento como si retumbaran truenos, como
si una llovizna insistente cayera en uno de esos días grises que parece nunca
acabarán. Cuando pierdo, se me va la sonrisa, se me borra el entusiasmo y se me
nota en el andar la pesadez de saberme derrotado.
Cuando
me toca salir por la puerta estrecha, reviso mi alineación y busco la que
mañana será ganadora, porque, a pesar de todo, el mundo no se acaba y cuando amanezca,
habrá béisbol otra vez.
Y
cuando gano… cuando mi equipo me da el alegrón, me emborracho de gozo y, por un
momento, olvido que tengo una vida fuera del estadio. Soy cubano… y no me gusta
perder… los segundos lugares no son para mí, ni para mi equipo, ni para mi
pueblo. Por el contrario, siempre andamos tras el triunfo y preferimos
jactarnos en la victoria, mucho más cuando gana Su Majestad el béisbol.
Cuando
gano, soy el manager inconforme, el que mañana va a por más. Quiero mantener la
racha, la sonrisa y la gloria… y por eso, no puedo permitirme dormir en los
laureles. Hay que seguir ganando, para, simplemente, seguir.
Por
eso, cuando llego al estadio voy con las dos jabitas, pero entro con una sola:
la de ganar.
Dicen que en el deporte para sentirse ganador, tienes que ganar el ultimo juego, o sea GANARLO TODO!
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